La fluorita verde es una variedad del espato de flúor. Se pueden encontrar ejemplares que cristalizan en octaedros perfectos terminados en pirámide, de un bello color verde transparente. Es una piedra fosforescente, de tal manera que en la oscuridad emite cierta luminiscencia muy especial. Es relativamente fácil de encontrar en los establecimientos especializados, su precio no suele ser demasiado elevado.
En el Lapidario de Alfonso X se cita a la fluorita verde en el grado 3 del signo de Escorpión y dice así:
Es la piedra que dicen «murufez». De éstas hallan grandes y otras pequeñas y de muchas figuras, clara es, que la pasa la vista pero quiebra muy de ligero. De dos colores es, una parte blanca y otra verde y cada una en sí muy clara. Es muy amada por su hermosura. Tiene tal virtud que quien la trae consigo está seguro de no tener dolor en la media cabeza y si la pusiere a quien lo tuviere, sana.
La asocian con la estrella meridional que está en el muslo del brazo derecho del hombre que tiene la rodilla hincada. Se trata de la Gamma de Hércules, situada cerca del grado 29 de Escorpio.
Propiedades astrológicas de la fluorita verde
La fluorita verde actúa como una combinación del segundo, tercer y cuarto Rayo, es decir, Luna, Mercurio y Venus. Sirve para crearse un puente de comunicación entre las emociones y los sentimientos románticos. Es muy útil para aquellas personas que padecen un conflicto por no poder discernir entre los afectos que le atan a la madre interna y las pulsiones y afectos que le impelen a buscar la mujer externa. Es decir, para los que tengan el complejo de Edipo sin resolver. En general, la fluorita verde sirve para interconectar áreas de la conciencia que normalmente están aisladas, para poder traer a la memoria consciente situaciones emocionales pasadas y aplicarlas en las nuevas relaciones afectivas. Actúa como un recordatorio emocional que impide cometer viejos errores sentimentales. Protege contra los afectos equivocados o desviados.
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