Turmalina negra

La turmalina negra también se la conoce con el nombre de «chorlo» por influencia del lenguaje minero. En ciertas ocasiones las turmalinas presentan un color verde tan oscuro y saturado que pueden parecer negras, sin llegar a serlo verdaderamente, no obstante, las turmalinas muy oscuras tendrán las mismas características que la turmalina negra. Se pueden encontrar buenos cristales naturales en los establecimientos especializados en minerales y su precio no suele ser muy alto.
En el lapidario alfonsino se describen a las turmalinas dentro del grupo de las «aliazas», en este caso de la aliaza negra, en el grado 23 del signo de Tauro y dicen cosas poco atractivas sobre esta gema.
Este nombre de aliaza quiere decir tanto como amenguamiento del bien, porque el que la trae consigo tiene muy gran miedo sin razón, a menos de saber porqué y hácele que sea aborrecido de la gente y que digan con él palabras malas y sin razón y menosprécianle y apártanse de su compañía.
A quien la trae crécenle siempre cuidados y tristezas y, de noche, cuando duerme, los sueños que sueña son malos y espantosos.
La asocian con la estrella que está en el mismo del brazo izquierdo del Auriga. Se trata de la épsilon de Auriga, cercana al grado 17 de Géminis.

Propiedades astrológicas de la turmalina negra

Como relatan los textos tradicionales, la turmalina negra es una gema poco recomendable. Reservamos su uso para cuestiones astrológicas donde se puede utilizar activando su estrella, para cumplir funciones determinadas en los sujetos que puedan tolerar sus vibraciones. Es mejor abstenerse de usarla como piedra personal, sin embargo puede ser utilizada como objeto de adorno en ambientes en los que sea conveniente reducir las frivolidades y la sensualidad.

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