El bebé Géminis

Géminis atrae la atención con sus ojos brillantes, despiertos y siempre alerta, que observan cada minúsculo detalle del fascinante nuevo mundo al que acaba de llegar, y se concentran maravillados en los rostros de sus padres que son arcilla en sus pequeñas manos desde la primera mirada.

Adora que le hablen, pues incluso a esta temprana edad la comunicación es indispensable para este locuaz signo astrológico. Asegúrese de darle tiempo para responder, ya sea soplando burbujas de entendimiento o mostrando una expresión divertida. Antes de que el bebé Géminis pueda sentarse, ya estará luchando para hablar, balbuceando en un esfuerzo supremo y tratando de formar palabras verdaderas en su lengua. El silencio puede ser de oro, pero desafortunadamente nadie se lo dijo al pequeño Géminis.

Pero debajo del encanto y la charla se encuentra el aspecto secreto del bebé Géminis. Nervioso e impredecible tras esa apariencia sonriente y seductora, necesita confirmación constante y caricias ininterrumpidas para no embarrancar. También es inquieto e impaciente, y tan activo que rehusa todos los intentos desesperados de su mamá para establecer una rutina.

Su capacidad de atención es escasa, así que tenga a mano una buena provisión de juguetes y esté preparado para sacrificar gran parte de su tiempo entreteniendo a Géminis. Pero cuando reciba como recompensa una de sus sonrisas radiantes, sabrá que todos sus esfuerzos valieron la pena.

El niño Géminis es brillante con las manos y adora moldear, construir formas con las piezas de montar, así como los juegos dinámicos como dar vueltas alrededor del jardín o jugar a pillar. Después de tanta actividad, pudiera creerse que Géminis se derrumbará sobre la cama. ¡Nada de eso! Persevere con una rutina tranquila y regular, y tómese tiempo para ayudarlo a seguir dando vueltas una hora antes de acostarse. ¡Por fin gastará su energía natural de alto voltaje lo suficiente para decidirse a ir a dormir!

Cuando Géminis logre desplazarse de un lado a otro estará verdaderamente en su elemento, y podrá explorar el mundo por sí mismo. ¡Y cómo! No se quedará quieto ni un segundo, trepará a los sillones, gateará debajo de las mesas, se esconderá en la alacena. Asegure la casa con puertas y enchufes de seguridad, y déle toda la libertad que pueda para explorar su mundo: demasiadas reglas terminarán en lágrimas. Y cuando su pequeño hablador Géminis se quede repentinamente en silencio, investigue: ¡Seguro que ha hecho alguna diablura!

Signo Géminis