El hombre Géminis 3

Con los niños será compinche, pero no esperes que los discipline, aunque les enseñará muchísimas cosas antes de que lleguen siquiera al jardín de infancia. Es probable que les encante confiarse a él, porque muy rara vez se mostrará escandalizado o será duro en sus juicios. Géminis sabe amar sin sofocar. La relación de Géminis con sus hijos es por lo común muy íntima, aunque tal vez poco coherente, por contradictorio que esto pueda parecer. Por mas afectuoso, cálido y vivaz que pueda ser con la gente, es posible que no les insista en la necesidad de ajustarse a rutinas, ya que al propio Géminis no le gustan las rutinas. También mostrará tendencia a criticar el comportamiento de los críos un día y aprobarlo al día siguiente, con lo cual puede crearles confusión. Aunque a veces él consiga pergeñar un sermón, cuando haga falta una palmada o una imposición más seria, tendrás que intervenir tú para ello. Los papás Géminis tienden a malcriar a los chicos.
Es posible que su imaginación le lleve en ocasiones a afirmar algo que no puede mantener. Tú tendrás que hacerle ver lo importante que es que cumpla su palabra. Pese a todas sus buenas intenciones, acabará quebrantando algunas de sus promesas, rápidas e impulsivas. Si los niños no le significan ningún tipo de atadura ni traban sus múltiples actividades, Géminis gozará enormemente con ellos. Una palabra de advertencia: aunque será raro que los castigue físicamente, la propensión geminiana a los comentarios sarcásticos y punzantes puede causar profundas heridas en sus jóvenes corazones, dejando cicatrices que permanecerán toda la vida. También puede mostrarse renuente a expresar su afecto en forma de besos y abrazos, a menos que haga un esfuerzo consciente por superar el natural desapego de Géminis. Sin embargo, yo he conocido algunos padres de este signo que aparentemente prodigan a sus hijos la ternura que son incapaces de volcar sobre los adultos. Ocúpate de que los pequeños no le abrumen, no le pidas que haga de canguro si a él evidentemente no le gusta, y se desempeñara muy bien como padre, no importa que tengáis un hijo o una docena.
Los celos son una preocupación que posiblemente nunca tendrás con un marido Géminis, porque el afán de posesión no se cuenta entre los rasgos típicos del signo. Si en alguna ocasión una sospecha le susurra algo al oído, por lo común la apartará (a menos que una influencia en su carta natal condicione otra cosa). Claro que hasta cierto punto los celos son normales en todo el mundo, pero normalmente, en Géminis no son exagerados. Con este hombre, el amor no es una relación estrictamente física. Sus sentidos le permiten oír más, ver más y percibir más que otros, y Mercurio le ayuda a registrar vivamente las impresiones más delicadas. Su amor tiene una cualidad tan etérea y fugitiva que puede dar la impresión de que le falta la pasión terrenal de otros signos solares. Pero a menos que lo que busques sea un hombre de las cavernas que te arrastre del pelo por los bosques, Géminis te resultará un amante más que satisfactorio. Te pintará sus emociones con frases románticas e imaginativas, y responderá a la avidez de tu corazón con la extraña belleza de su idealismo.
Recuerda que la típica frialdad emocional de Mercurio puede caldearse considerablemente si los dos escucháis la misma música y soñáis los mismos sueños. Géminis necesita experimentar una fusión total en lo mental y espiritual para que la pasión física cobre intensidad. Aunque parezca tortuoso, es el único camino verdadero hacia su corazón.
Tendrás que acostumbrarte a la palabra “si”. Es posible que te diga: “Si te amara, podríamos…” o: “Si te amara, habría que…” y que a veces deje la oración sin terminar. Empieza por borrar la palabra “si”; él la usa únicamente como cortina de humo, por razones de seguridad. Una actitud de crítica áspera y fastidiosa, unida a continuas escenas emocionales, mellará sin duda el filo del delicado y sensible amor de Géminis. Trata de coger con la mano un puñado de mercurio. ¿Qué pasa? Inmediatamente se disuelve en centenares de brillantes pelotillas plateadas que se te escapan sin cesar por entre los dedos contraídos. Un hombre de este signo, cuya esposa creía conocerle muy bien, escribió las siguientes líneas antes de abandonarla, y ella las encontró después del divorcio entre los papeles de él:
Irrumpiste en el sueño y con botas claveteadas
pisoteaste la blanda alfombra de mi ensueño…
Más de una vez leerás u oirás decir que Géminis necesita siempre dos amores al mismo tiempo. La dualidad geminiana, con su sugestión de engaño, es algo que se menciona con tanta frecuencia que puede causar angustias sin fundamento. Me permitiré modificar esa afirmación. Géminis necesita dos amores, pero no necesariamente dos mujeres. Es una adivinanza, pero si tú lo comprendes de verdad, podrás hallar la respuesta.

Signo Géminis