Son dos signos amantes de la sensualidad que se sienten fuertemente atraídos entre sí. Pero también habrá muchas lágrimas.
Las rápidas decisiones de Leo hacen que Tauro se sienta controlado.
Y el hogareño Tauro jamás domesticará los hábitos errantes de Leo, a quien los lazos amorosos pronto comenzarán a parecerle rechinantes cadenas de aburrimiento y obligaciones.
Súmese a esto un par de voluntades de acero y los problemas de la incomunicación estarán servidos…
Tauro necesitará tener oro en el banco para satisfacer a Leo.
Pero cuando las luces de la habitación se apagan todas las diferencias se olvidan rápidamente en la alegría física compartida, que para el toro y el león es tan simple como respirar, pero mucho más divertido.
Pero es muy importante que las disputas obstinadas no hagan desaparecer el amor.