El bebé Leo

Ser el centro de atención: eso es lo que le gusta ser a Leo desde el principio, y como el encantador nato que es, lo logrará con sus sonrisas radiantes, su afectividad espontánea y su carácter resuelto y afortunado.

Es un individuo en el pleno sentido de la palabra: un ser individual e individualista dueño de un alarido que lo distingue del resto por la magnitud de sus decibelios. Los bebés Leo, con todo, no pueden presumir de paciencia, como podrán descubrir los padres o madres que los hagan esperar por la comida o la diversión. Pronto le hará saber que no nació para esperar.

Si sus tímpanos pueden soportarlo, trate de no pegar un salto cada vez que el pequeño Leo grite, o demasiado pronto se verá convertido en un esclavo de sus caprichos. De algún modo su hijo tendrá que darse cuenta de que el mundo entero no gira a su alrededor. ¡Aunque algunos Leo jamás se dan por enterados!

Alerta, curioso y activo como pocos, el bebé Leo adora que papá lo ponga «a caballito» sobre sus rodillas. Sus niveles de concentración también son altos, así que pasará felizmente media hora tratando de volver a ponerle la tapa a la tetera de plástico o examinando cada parte diminuta de una fascinante pina. Necesita estímulo y compañía constantes; ciertamente, no es uno de esos bebés que se quedan tranquilos en el parque plegable gorjeando el día entero.

El amor innato de Leo por la vida tal vez lo llevará a negarse a abandonarla por las noches, de modo que es muy posible que afloren problemas a la hora de dormir. Aténgase a una rutina tranquila y regular y sea siempre cariñosa pero firme, y el pequeño Leo se las arreglará para conformarse. Por más audaz e independiente que parezca, siempre le gusta saber que su vida está protegida por una serie de reglas de seguridad.

Cuando sea un poco mayor, el bebé Leo necesitará cantidades de espacio para dar vueltas y gatear, con una caja de juguetes siempre a mano para poder elegir aquel con el que desee jugar. Para evitar posteriores berrinches, empiece por darle ahora cierta orientación en la vida, desde elegir qué osito llevarse a la cama para dormir hasta alimentarse por sí mismo, ¡aunque acabe todo pringado!

Nunca olvide que bajo esa apariencia confiada late un corazoncito inseguro que necesita la constante seguridad de que usted siempre estará allí y siempre lo amará. ¡Así que hágase tiempo en los días ajetreados para mimar tranquilamente a su pequeño Leo y para decirle que él es el más grande!

Signo Leo