Como reconocer a Libra 1

Jamás conocerás a uno de ellos que tenga una sonrisa semejante a una suave nube blanca; la sonrisa de Venus es capaz de derretir una barra de chocolate desde una distancia de veinte metros. Cuando te hiera en todo su esplendor, verás que tiene la suficiente intensidad lumínica para transfigurar (literalmente, no en sentido figurado) hasta los rasgos mas feos o vulgares.
La mayoría de los Libra tienden a mostrar curvas más bien que ángulos. Suelen tener el pelo rizado. No son necesariamente gordos (aunque un ascendente Tauro puede hacerles bastante regordetes) y además pueden engañarle a uno, ponerse a dieta y obtener una figura bien esbelta. Pero aun en ese caso las curvas seguirán existiendo, como en un esbelto reloj de arena. Si volvemos a poner como ejemplo a la Bardot, desde luego no se podría decir que es gorda, aunque ¿quién iba a llamarla flaca? Hay algo más, para completar la apariencia de Venus y sus características físicas: una risa sonora y cantarina que resuena alegremente. Una vez que la hayas oído no te será fácil olvidarla.
Ahora bien, uno podría pensar que haber nacido atractivo y con hoyuelos, buscar la belleza y el amor, ser agradable y fácil de conformar es una especie de bendición. Tal vez imagines, lector, que la dulzura y la inteligencia, la comprensión y la gracia son los dones de un hada madrina. Puede que tengas razón. Cuando la balanza de Libra está en equilibrio, esta gente es una delicia; es como encontrarse un ángel salido del paraíso. El problema es que el hada madrina sigue tocando con su varita primero un platillo de la balanza y después el otro, manteniendo a Libra en un perpetuo vaivén. Es como si, con su versatilidad, el hada no pudiera acabar de decidir si se equivocó o no, y transmitiera su indecisión a los nativos de Libra. Primero hablan hasta por los codos y monopolizan la conversación. Después escuchan fascinados, con halagador interés. Cuando otros se pelean, ellos hacen de mediadores y suavizan todas las plumas encrespadas. Después giran en redondo y deliberadamente toman partido en cualquier discusión, por puro gusto de oponer criterios.
Aunque van en pos de la armonía, son muchos los Libra que se complacen en los excesos de la comida, la bebida o el amor, con lo que ponen todo patas arriba y la armonía se va al diablo. Alguna vez encontrarás nativos de este signo que son muy poco armoniosos.
Es un signo al que se suele calificar de ocioso, pero esto es otra incongruencia. Libra puede pasarse días, semanas o meses demasiado ocupado para jugar. Su lámpara quemará aceite hasta la medianoche, pero cuando cante el gallo Libra se levantará, resplandeciente; con mirarlo nada mas, uno se agota.
De pronto se desplomará en una silla, dirá que está extenuado y hará la mejor imitación de ociosidad que hayas visto en tu vida (especialmente, después de haber exhibido esa actividad frenética). Una vez que se desploman, no verás a estos nativos mover un músculo, si pueden evitarlo. Para ellos será un esfuerzo tomar una cuchara o levantar un vaso (aunque podrían arreglárselas). Si hay cerca de ellos alguien bien dispuesto, esperarán a que les sirvan. Cuando la balanza desciende al punto del letargo, es imposible mover a Libra sin una pala mecánica. Hablara, leerá, bostezará, dará una cabezada, estará viendo la TV o se quedará mirando por la ventana, sin que parezca capaz de llegar al dormitorio (aunque se las arreglara). No habrá en el mundo gritos ni rezongos que le impresionen; es como si estuviera en otro planeta. Pasado un tiempo, cuando haya recuperado sus fuerzas, sentirá un impulso de energía, se levantará y empezará de nuevo a andar por la huella. Volverá a inclinarse sobre el trabajo, volverán a volar manos y pies. Una vez mas trabajará como una mula en la noria, con milagroso equilibrio, con paso firme y parejo, mientras va planeando eficientemente sus tareas con armónica facilidad. Aunque Libra no sea un signo dual, la mayoría de sus amigos tienen la sensación de conocer a dos personas diferentes. Intenta decirle a alguien que haya visto frecuentemente a Libra en sus periodos de frenética actividad que los de este signo son ociosos, y se te quedará mirando sin entender. Y a la inversa, si quieres convencer a alguien a quien haya sido testigo de la lasitud de Libra de que esta criatura es una pila de energía potencial, te preguntará: “¿Ese inútil? Tú debes de estar bromeando”.
Libra sabe instintivamente que para restablecer la armonía de su cuerpo tiene que alternar las rachas de actividad con períodos completos de descanso. Es lo que les exige su personal disposición de genes, células e impulsos eléctricos, y la mayoría de ellos son bastante hábiles para conservar este delicado equilibrio físico. Sin embargo, para la armonía de la mente y de las emociones no siempre tienen igual capacidad instintiva. Es posible que lloren, abrumados por el sentimiento, para después mostrarse sarcásticos y mas tarde tan alegres como el primer día de la primavera, pero no se trata de la dualidad de de Libra. Está constantemente, por turno, profundizando primero en una emoción y después en la otra; no es lo mismo que el completo cambio de carácter de los gemelos Géminis. En las emociones de Libra hay una profunda riqueza, sea cual fuere la emoción que predomina en un momento dado. Además, contempla alegrías y dolores con una filosofía que casi siempre termina por pacificar las cosas.

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