Usted adora que el camino a la cama sea largo y recorrerlo pasito a pasito, llevando en la mochila gran cantidad de conversación y no menos de sensualidad. Una exquisita comida francesa que le permita chuparse los dedos, y los de su pareja; un higo fresco, abriéndose como una mujer enamorada, seguido de una danza lenta en una habitación perfumada y a la luz de las velas, mientras la boca y los ojos de su amante le dicen una y otra vez cuan atractivo es usted: ésa es la clase de noche que sin duda deja a Libra listo para el amor.
La mente es tan vital para la satisfacción de Libra como el cuerpo, así que a usted también le satisface compartir fantasías y mirar escenas de películas eróticas con un amante, o leer uno al otro poemas de amor en voz alta.
Los masajes lentos y prolongados con aceites aromáticos apelarán a su hipersensible sentido del olfato, y si se los culmina con el más leve de los movimientos circulares, aliento cálido y caricias con los labios en la zona lumbar y las nalgas -las zonas erógenas de Libra-, todas las conexiones nerviosas quedarán en un estado de exaltación regocijada. A usted también le gusta engalanarse con joyas en lugares amorosos secretos, contrastando la dureza del oro con las suavidades del satén.
El nativo de Libra adora ser perseguido y cortejado, halagado y molestado por su amante, pues eso alimenta su necesidad de sentirse atractivo y a la vez dueño de la situación. Los mensajes eróticos deslizados en su bolsillo cuando usted sale a trabajar y las llamadas telefónicas sugerentes a la hora del almuerzo encajan a la perfección con su modo de entender la relación amorosa. Y su maravillosa combinación de ingenio rápido con atrevimiento todavía más rápido dejan claro que usted sabe cómo mantener las cosas en su punto justo de calor.
Vestirse es otro de sus juegos amorosos predilectos: a usted le encanta mostrar su mejor aspecto y no puede relajarse si siente que su cabello está hecho un desastre o que necesita un lavado. Esta obsesión por la imagen puede interponerse entre Libra y la satisfacción completa porque, aterrado ante la posibilidad de abandonarse demasiado en todos los sentidos, usted es reticente a entregarse por entero. Trate de creer que indudablemente lo amarán más, y no menos, si de vez en cuando deja el control de la relación a su amante. La confianza absoluta es el único camino que le permitirá llegar a la cima en placer sexual.