El jefe Piscis 1

Se amable con sus esposas… con su esposa, quiero decir. (Es un error natural; junto con Sagitario y Géminis, el jefe Piscis es el que mas probabilidades tiene de pasar por múltiples ceremonias de cambio de anillos.) Probablemente su mujer sea una buena chica, práctica y sensata. Si fuera tan imaginativa y original como su marido, se ahogarían los dos en un océano de sueños y nebulosas fantasías.
El ejecutivo Piscis es un tanto parcial con quienes, en su empresa, se revelan como pensadores creativos. Si tú tiendes más bien a la cautela que a la estrategia imaginativa, es posible que no recibas tantos vasos de jerez ni tantas sonrisas de camaradería, pero tampoco es probable que te despida. Seguramente, gozará mas con los otros, pero a ti te necesita; confía en tu sentido práctico y en tu capacidad de organización. Es frecuente que el empleado mas inventivo, y el mas favorecido por el jefe Piscis, se encuentre totalmente azorado y se le acaben las ideas brillantes cuando la empresa entra en un período de economías y el Pez le aseste gentilmente el hachazo, mientras conserva en el presupuesto al empleado constante, de confianza y un poco pesado. Piscis le dirá adiós con tristeza, pero es agudo juez de la naturaleza humana, de la suya propia incluso. Por mas que disfrute de la compañía y de las innovaciones progresistas de los empleados con capacidad inventiva, su propia creatividad funciona mejor cuando cuenta con el respaldo del planeamiento cuidadoso y la disciplina de una cabeza gris y madura… aunque también puede ser joven o rubia, o castaña. La discreción y el conservadurismo no se cuentan entre sus mayores virtudes, y el Pez tiene clara conciencia de sus deficiencias. Siempre podrá encontrar otro soñador entusiasta y osado cuando la situación económica vuelva a ser buena, pero cuando los beneficios disminuyen un tanto no pueden permitirse el lujo de prescindir del trabajador que se quema las pestañas sobre la tarea. Entretanto, calcula que hasta que las cosas mejoren él puede ocuparse personalmente del departamento de sueños entusiastas y atrevidos, e incluir en el presupuesto de sueldos algunas personas mas sensatas. Claro que no hay regla sin excepción, pero no estará mal que causes a tu jefe Piscis la impresión de que puedes serle serio y brillante al mismo tiempo.
Probablemente ya estés enterado de que, para tratar con los empleados que quieren aumentos, ha puesto a un Tauro o a un Cáncer. Es demasiado avisado para tratar personalmente contigo; la naturaleza de Neptuno es tal que se le hace casi imposible decir que no a otro ser humano que tiene una auténtica necesidad, e incluso un auténtico deseo. Piscis aprende desde muy pronto a aislarse lo mejor que puede.
Recuerda que vive en dos mundos diferentes. Una división tal en su naturaleza puede ser causa de una personalidad confundida, pero con igual facilidad puede redundar en brillantez. Es posible que sus ideas sean tan abstractas como las del Pez Einstein, que en una ocasión dijo: “Dios no arroja los dados”. Einstein aludía a que la ley de probabilidad matemática no es necesariamente sacrosanta. Tu jefe Neptuno siente lo mismo respecto de los procedimientos comerciales aceptados, y por lo general el tiempo demuestra que sus primeras intuiciones son correctas, por mas fantásticas que puedan aparecer en el momento en que él las expresa. Es místico de corazón, y secretamente cree en lo invisible y en lo sobrenatural, aunque pueda avergonzarse un poco de ello. No practicará ningún rito vudu en su escritorio ni meditará en posición de loto junto a la nevera, porque teme el ridículo si la gente descubre la corriente subyacente de sus vibraciones psíquicas. Pero de todas maneras lo descubrirán, aunque se esfuerce en representar el papel de realista a ultranza.
¿Recuerdas esa ocasión que te dejó el corazón destrozado un novio que se hizo humo, llevándose consigo el anillo de compromiso y todos tus sueños? Como quien no quiere la cosa, tu jefe Piscis te invitó a cenar, te llenó la triste cabeza con los más amables halagos y después te llevó al teatro. A la salida, te acompañó a los camerinos, te presentó a los principales actores e invitó a todo el mundo a tomar una taza de caldo. Con la comida y el vino y la conversación chispeante, consiguió que dejaras de pensar en el veleidoso galán. Aunque a veces se mostraba deliberadamente gruñón, para no ponerse en evidencia, durante muchas semanas siguió poniendo en práctica pequeñas tretas que te levantaron el ánimo, hasta que la herida dejó de dolerte. Tú no habías hablado de la ruptura con nadie en la oficina. Entonces, ¿como supo él que necesitabas ayuda para superar el mal trago? La gitana que un día le leyó la buenaventura en las líneas de la mano podría habértelo dicho. Inmediatamente se dio cuenta de que tiene una extraña marca en la palma, que indica que es un genio de la compasión. No andan por ahí muchos que la tengan. Por eso Piscis es un Pescado tan raro.

Signo Piscis