Madre e hija se entienden de maravilla. Por lo general la niña Piscis siente que debe decir sólo lo que los otros quieren oír, pero con esta cariñosa mamá revelará lo que en verdad piensa y siente. Mamá es tan abiertamente amable y afectuosa que Piscis se sentirá totalmente aceptada por ella.
La madre Piscis escucha a su hija y detecta sus temores y preocupaciones con una intuición casi psíquica: le mueve una gran empatia y sentirá todos los padecimientos de su hija Piscis. Mamá es además imaginativa e inspirada, y siempre está lista para unirse a toda clase de juegos, así que la joven Piscis atesorará una niñez llena de alegría y diversión.
Ambas tienden a dudar de sus propias capacidades y a mamá le resultará difícil cimentar la confianza de la niña Piscis; para ello tendrá que prodigar elogios y estímulo, y ayudar a su hija a creer en sus múltiples talentos.
Piscis no se destaca precisamente por imponer disciplina, por lo que deberá evitar ser indulgente en exceso. De otro modo la joven Piscis podría convertirse en una persona horriblemente quisquillosa y exigente. Pero la niña Piscis está contenta de que mamá no sea una mandona, pues ella no soporta que le griten.
Mamá estimulará a Piscis a ser ella misma sin imponerle ninguna rutina estricta. La joven Piscis carecerá tal vez de orientación en cuanto a los asuntos prácticos de la vida y también es posible que no reciba muchos consejos, pero nunca faltará amor ni diversión, que al fin y al cabo es lo que Piscis más necesita.
