El bebé Sagitario

El infatigable bebé Sagitario está tan empeñado en levantarse y moverse que a sus orgullosos padres les resultará difícil contenerlo.
Desde el instante de su nacimiento, sus ojos muy abiertos contemplarán el mundo con una mirada fascinada. Querrá saberlo todo de todo, y recompensará con su sonrisa seductora a quien se tome las molestias de mostrarle algo nuevo.
Habrá que ponerle algún colgante vistoso en la cuna para mantenerlo entretenido. El ejercicio para recién nacidos también le sentará bien, y se divertirá locamente si papá lo hace botar con suavidad sobre sus rodillas.
Pero cuando se pone a aullar el bebé Sagitario exige una atención inmediata, y puede volverse doblemente pesado si no se satisfacen al instante sus necesidades.
Requiere sobre todo grandes cantidades de amor, risas y caricias, aunque cuando haya tenido bastante se lo demostrará claramente. Sagitario disfruta sintiéndose libre y teme que le impidan ser él mismo.

Volver a Sagitario