El empleado Sagitario 1

En cambio, ella consigue que el dueño de la casa le haga arreglar un picaporte cuando en otro apartamento tienen el dormitorio inundado; llega al mercado a tiempo para comprar el último melón, y se encuentra un flamante par de medias en la nevera cuando acababa de rompérsele el único que tenia y no le quedaba un centavo hasta el martes próximo. Su primer trabajo realmente bueno que tuvo, lo consiguió porque el productor la confundió con otra actriz, y después de haberla visto actuar, se alegró de haberse equivocado. Ese es el tipo de cosas que le pasan siempre a Sagitario. Antes de que la situación se ponga demasiado negra, el sol aparece por algún lugar insospechado y los baña de luz, como si quisiera recompensar la pureza e ingenuidad del optimismo de Júpiter.
En ocasiones, la suerte de Sagitario funcionará al revés con algún Arquero que usted tome como empleado. Alguna de sus torpezas echará por tierra la mejor operación comercial que su empresa estaba a punto de cerrar, pero el día antes de despedirle, usted se enterará de que al presidente de la otra compañía, a quien el insultó y trató de embaucador, le han procesado por vender acciones sin respaldo de capital. Probablemente, la desatinada torpeza de Sagitario le salvó a usted de un desastre completo. Y su secretaria Júpiter, que se olvidó de despachar esas cartas tan importantes, apenas si habrá tenido tiempo de secarse las lagrimas por lo mal que usted la trató, cuando se descubra que en una de las cartas iba un cheque por un importe mayor del que podía cubrir esa semana su cuenta bancaria.
Hay Sagitarios que se burlan de su buena suerte y a quienes les gusta dar la impresión de que son perdedores natos. Si emplea usted a uno de ellos, no se deje engañar por su astucia. Tal vez sea uno de esos tipos sospechosos con ascendente Escorpio, que piensan que si hablan del asunto su suerte cambiara, pero sus aciertos en la quiniela son tan frecuentes como los de todos los demás Arqueros. La semana pasada entró en una zapatería a comprarse los zapatos más baratos de la tienda, porque estaba sin un centavo; pues resultó que era el millonésimo cliente y se ganó un par de zapatos nuevos por mes durante cinco años. ¿Que no se lo contó, dice? Es por su ascendente Escorpio, pero su signo solar es Júpiter.
La falta de sinceridad no es una de sus debilidades, ni el tacto tampoco. Es posible que tenga usted que intervenir para solucionar algunas trifulcas en la oficina, o ayudar a hacer las paces cuando, con su brutal franqueza, Sagitario se compadezca de la calvicie del contable y le proponga un remedio… después que usted se pasó años enteros convenciéndolo al pobre de que tenia la cabeza llena de pelo para tenerle contento, ya que es Leo. Y su secretaria no se olvidará jamás de la vez que estaba hablando por teléfono con el cliente mas importante de la empresa, y ese Sagitario que tiene usted entre el personal vino corriendo a decirle, a dos centímetros del micrófono, que se habían roto las cañerías y el aseo de señoras estaba inundado. Todo eso puede ser desconcertante, pero ya superarán ustedes esas pequeñas rarezas de carácter.
El empleado Sagitario puede sorprenderle con algún colérico estallido cuyo blanco puede ser cualquiera, el ascensorista o usted. (El Arquero no tiene prejuicios.) Vehemente y justa, su indignación se enciende por lo común cuando alguien se atreve a dudar de la sinceridad de sus intenciones. Sagitario es la encarnación de la integridad, aun cuando para llegar a la verdad pueda tomar por retorcidos atajos. Y lo es realmente: dudar de él o acusarle de dolo puede ser causa de que dispare enardecidamente sus flechas verbales, que perforarán sus puntos mas sensibles con tanta precisión como si el propio Robin Hood le hubiera enseñado a tirar. Y, en realidad, Robin Hood seria un excelente sobrenombre para él, ya que es probable que simpatice profundamente con la actitud de robar a los ricos para ayudar a los pobres. En cuanto a sus enfados, nunca duran el tiempo suficiente para ser realmente hirientes, de la misma manera que es raro que sus flechas dejen cicatrices; apenas una leve huella.
Si no puede encontrar apartamento, deje usted que su Arquero se traslade a una de esas maletas grandes y espaciosas que usted tiene, y cóbrele alquiler. Preferirá, con mucho, vivir en una maleta antes que tener un techo y cuatro paredes, si eso amenaza con privarle, de algún modo, de su libertad. Cuando aparezca con un maletín cubierto de etiquetas de viaje, le está comunicando sutilmente que se le despertó el espíritu andariego: atienda la insinuación y mándele de viaje, que probablemente lo necesita. Volverá cargado de órdenes de compra y con el corazón aligerado. Es buen vendedor, pero tal vez tenga usted que enseñarle a refrenar sus entusiasmos. Los Sagitario pueden precipitarse a responder a un desafío, olvidándose de la más elemental cautela. Pero, por impulsivo que sea, cuando se decide a ponerse a pensar en serio puede derrotar a los pensadores profesionales con sus ideas, que no por resultar un tanto pasmosas dejan de ser completamente lógicas. Para él, el dinero es importante, porque tiene que mantenerse en el estilo al cual le gustaría llegar a acostumbrarse. Sagitario no suele ser mezquino, de manera que, si usted lo es, tratará de hallar un medio más acogedor.
Es posible que su Arquero consiga alguna vez hacerle levantar las manos con desesperación, pero de nada le servirá. Cuando él le vea levantar los brazos en el aire, se limitará a arrojarle una pelota, gritándole: “¡Ahí va!”. ¿Y que puede hacer usted? Atraparla. El ejercicio le hará bien.

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