El hombre Sagitario 2

Si eres una chica despierta, que usa la cabeza para algo más que para meterla debajo del secador –y mas vale que lo seas, porque los hombres de este signo valoran la inteligencia en una mujer–, a esta altura ya lo habrás entendido. No seas celosa, no seas desconfiada. Dale mucha, mucha cuerda si quieres terminar por colgarlo. No le hagas preguntas ni llores ni le acoses ni le amenaces con dejarle. Ahógale con la libertad; imagínate lo grato que puede ser eso para él. Si te tomas la vida con el mismo ánimo con que se la toma él, y a la gente tal como es, reúnes los requisitos básicos para ser la mujer–esposa que él necesita. Mientras seáis básicamente sinceros el uno con el otro, remontar cometas juntos puede ser la gran diversión. ¿A que preocuparse porque alguna vez caerán al suelo?
Si están tan hermosas y libres, balanceándose allá en lo alto. No, a este hombre no tienes que darle todo lo que él quiera para conquistarle. Limítate a ser lo que él quiere. Se vivaz y despierta, pero deja que él dirija y domine tus energías. Disfruta con los deportes. Sal de campamento con él, pero haz que te acompañe tu San Bernardo. Muéstrate generosa, afectuosa, entusiasta, y no intentes mantenerle todas las noches encerrado en la despensa, haciendo cremas. Y deja bien en claro que tampoco él puede reclamar la exclusividad sobre ti. Hazle saber que tú eres un espíritu libre, tanto como él. Jamás eches agua fría sobre el entusiasmo con que abraza sus ideas descabelladas, y ocúpate tú de otras cosas mientras él anda por ahí disparando flechas a blancos imposibles. De esa manera, llegará una maravillosa noche en que te diga sinceramente que tú eres más o menos todo lo que él esperaba en una mujer. Una vez haya llegado a ese punto, dile con la misma franqueza que tú tampoco tienes nada que objetarle, pero que es hora de tomar una decisión.
Explícale que él te gusta tanto que hasta pensarías en casarte con él, siempre que te prometiera no interferir con tu libertad. Si no es así, realmente ya no tienes más tiempo para seguir saliendo con él. Es una lástima, ya que os entendéis tan bien, pero siempre has tenido curiosidad por saber que tal era eso de tener hijos; la maternidad es una cometa que también te gustaría remontar. Tenlo todo preparado para que un antiguo amor te llame justo en mitad de tu discurso. Arregla un encuentro como sin darle importancia, en presencia de tu Arquero y, cuando cuelgues, sonríele con tu mejor sonrisa y comenta que no hay razón para que no podáis seguir siendo buenos amigos. Después, invítale a que salga con vosotros, para que no tenga que quedarse solo por ahí. Con eso será suficiente. (¡No hay de qué!)
Cuando os hayáis casado, es probable que no tengas problemas con tu familia política. A muchos Sagitario les importan un bledo los vínculos familiares. No aceptan la teoría de que hay que amar a los consanguíneos, a menos que se lo merezcan.
Incluso los que sienten afecto por sus padres y hermanos los mantienen a una distancia saludable. Les visitan y les muestran cálido afecto, pero no admiten que los parientes se entremetan en su vida privada. Ocúpate tú de que los tuyos tampoco interfieran.
Mantén siempre una maleta preparada, que tendrás que hacer muchos viajes. Y tendrás que seguir llevando al San Bernardo cuando vayáis de campamento, no ya como perro guardián sino porque a tu flamante marido le encantan los animales. (Explícale al chucho que ahora ya no es necesario que monte guardia ante la cremallera de la tienda.) Mantente siempre ocupada y déjale salir solo todas las noches que quiera, sin poner nunca en duda su fidelidad amorosa. Cuando se enoja, el Arquero es capaz de echar una puerta abajo o de agujerear de un golpe una pared; no hace más que soltar presión, pero complica las cosas, porque ¿cuántas veces puedes estar llamando a los albañiles? Es mucho más fácil para todo el mundo si empiezas por no acusarle nunca de falta de integridad.
Cuando haga algo malo, es casi seguro que te lo contara, y esa situación ya será bastante difícil de afrontar, para que te andes preocupando por cosas imaginarías. Prepárate para enfrentar su franqueza, por si ese mañana llega alguna vez, y prepárate para saber que todavía te ama, en vez de perseguir hoy falsos rumores. Respecto de las emociones humanas, se tan practica como él; te sorprenderás de la fuerza con que puede arraigar el amor en ese ambiente de sinceridad. La verdad tiene el poder de reforzar la permanencia de una relación.
Tendrás que dedicar algunas horas al papel de mujercita de su casa. Como le encantan los deportes, esperará probablemente que veas todos los grandes partidos por televisión junto con él, pero también te llevará a sus múltiples actividades sociales, si eres bonita y divertida y si te gusta la gente. Sagitario no aguanta a las mujeres lánguidas y pegajosas, sin capacidad de contacto social. Se enorgullecerá de cualquier talento que tengas, de manera que esfuérzate por tener alguno. Lee muchísimos libros y prepárate para defender alguna de sus causas, especialmente las causas perdidas.
Es posible que sea un poco derrochón y que de vez en cuando le atraiga algún juego de azar, pero el mismo impulso le hará ser generoso cuando se trata de darte dinero para gastos, Si es un Arquero típico. Probablemente no se opondrá a que quieras trabajar para tener tu propio dinero.
Recibirás más de una crítica directa, y más de una vez, lamentablemente, carecerá de tacto; tendrás que ir acostumbrándote desde ahora. Ignóralas, que ya tendrás bastante con reparar las torpezas que cometa con sus amigos. Se supone que eres tú la que entiende, ¿recuerdas? Es el derecho que le diste, aquella noche que forzaste la situación.
Disfrutará más con los niños cuando sean mayores, pero los bebés y los muy pequeñitos pueden desconcertarle un poco. A los papás Sagitario les encanta, generalmente, salir con su progenie a dar paseos al aire libre. Es posible que se sienta más próximo a los varones y que comparta sus deportes y otras actividades, pero con las niñas será tierno y afectuoso; encontrarán en él más bien un camarada que una imagen paterna. A medida que crezcan se irán acercando más a él. De vez en cuando, su franqueza puede molestarles, cuando necesiten intimidad; los niños son celosos de sus secretos, y las curiosas indagaciones de Sagitario, amén de sus observaciones nada recatadas, pueden llegar a herir sus sentimientos. Las escapadas juveniles serán para el motivo de diversión más que de enojo, pero esa misma tolerancia les marcara un límite; es probable que sea estricto únicamente si le dicen mentiras. Será una de las pocas ocasiones en que le vean disgustado. No le desatiendas por los pequeños; cuando te llame para remontar con él alguna cometa, deja los imperdibles y los polvos de talco, llama a una canguro (que no sea tu madre) y ve con él.
El Arquero piensa con el corazón, no solo con la cabeza, y no siempre será prudente; a veces demostrará un valor temerario. Tropezara, se caerá, volverá a levantarse y a intentarlo de nuevo. Pero tú le perdonas casi cualquier cosa, porque dará a tu corazón la satisfacción de un don muy grande: un amor sincero.

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