Son los mejores amigos y ven la vida de manera casi idéntica. Rebosan alegría, disfrutan haciendo cosas similares y pasarán horas elaborando ideas, pues ambos son igualmente inventivos y brillantes. Papá Acuario aprecia sumamente la naturaleza sincera, abierta, cálida y directa del joven Sagitario: su hijo es incapaz de fingir y Acuario lo respeta por eso.
Este padre se sentará durante horas con su hijo para responder a todas sus preguntas. Sabe que Sagitario puede comportarse como un tonto en un momento y actuar sabiamente inmediatamente después. Sagitario adora tener un papá que se atreve a ser diferente y está lleno de sorpresas y proyectos. En realidad, ambos se gustan mucho tal como son.
Acuario se ríe cuando Sagitario mete la pata, y a Sagitario le importa un bledo que Acuario llame la atención con sus actitudes anticonvencionales.
También apreciará Acuario el deseo de autonomía de Sagitario, y le enseñará algunas lecciones sensatas para que aprenda a ser independiente cuando llegue el momento. Le enseñará a ser siempre él mismo, lo cual le dará mucha confianza. El padre Acuario ayudará a desarrollar el amor de Sagitario hacia el aprendizaje, hacia la búsqueda de información y el desarrollo de las ideas. La casa paterna, seguramente, estará repleta de libros sobre toda clase de temas, y el niño Sagitario disfrutará leyéndolos.
Acuario siempre estará dispuesto a escuchar y no impondrá a su hijo visiones dogmáticas ni disciplina severa; por el contrario, puede pecar de suavidad, pero Sagitario no es malicioso por naturaleza y no sacará demasiado partido de ello.
Será bueno que papá esté cerca cuando el joven Sagitario deba sentarse a hacer los deberes escolares. Lo aconsejará alegremente, y sugerirá maneras de canalizar de forma productiva las energías del niño Sagitario. Papá lo animará especialmente a aprender idiomas, y cuanto más interesado se muestre Sagitario, más querrá ayudarlo papá.
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