Representa nuestros más ocultos temores. Es una indicación de que no hemos superado los conflictos internos que venimos arrastrando desde la infancia.
Simboliza todo lo oscuro y oculto, aquello que es malo y con lo que no podemos luchar, sobre todo por nuestra propia incapacidad para afrontarlo.
En todos los casos soñar con el diablo es de mal augurio y sólo en el caso de que nos enfrentemos con él y logremos que huya conseguiremos el triunfo en nuestros proyectos y salir airosos de situaciones difíciles.
Mención especial merecen los sueños en los que aparece el diablo y que generan en la persona que sueña una viva sensación de realidad, que llega a perturbar mucho y a permanecer clara durante mucho tiempo.
Estos sueños pueden ser indicio de una evolución espiritual de la persona, de un despertar a cierto nivel.
Simboliza todo lo oscuro y oculto, aquello que es malo y con lo que no podemos luchar, sobre todo por nuestra propia incapacidad para afrontarlo.
En todos los casos soñar con el diablo es de mal augurio y sólo en el caso de que nos enfrentemos con él y logremos que huya conseguiremos el triunfo en nuestros proyectos y salir airosos de situaciones difíciles.
Mención especial merecen los sueños en los que aparece el diablo y que generan en la persona que sueña una viva sensación de realidad, que llega a perturbar mucho y a permanecer clara durante mucho tiempo.
Estos sueños pueden ser indicio de una evolución espiritual de la persona, de un despertar a cierto nivel.
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