Según se presenten, significarán diferentes cosas. Cuando recibimos órdenes de un familiar, indica que en este medio gozamos de armonía, pero cuando las recibimos de una persona desconocida, predice que vamos a tener dificultades en el ambiente en que nos movemos.
Cuando somos nosotros los que damos las órdenes a un familiar, augura contrariedades y que nuestros deseos no se cumplirán a no ser que pongamos en marcha una gran fuerza de voluntad y aportemos trabajo y esfuerzo. Cuando damos órdenes a personas desconocidas, es señal de afianzamiento en los negocios y de que gozamos del respeto de los demás en nuestra vida laboral.
Cuando somos nosotros los que damos las órdenes a un familiar, augura contrariedades y que nuestros deseos no se cumplirán a no ser que pongamos en marcha una gran fuerza de voluntad y aportemos trabajo y esfuerzo. Cuando damos órdenes a personas desconocidas, es señal de afianzamiento en los negocios y de que gozamos del respeto de los demás en nuestra vida laboral.
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