La tozudez es una rémora para ambas partes, pero la naturaleza terrena y física de Tauro, combinada con el brillante cerebro de Acuario, eliminará los momentos aburridos.
El lenguaje del cuerpo reúne a dos opuestos.
Eso sí, aprender a comunicarse fuera de la cama les llevará, desde luego, mucho más tiempo.
Sin embargo, la pasión persistirá si usted cuenta hasta diez tan pronto como surjan las ideas excéntricas, cuando su pareja Acuario se sienta inquieta dentro de la relación establecida y usted empiece a sospechar.
Amar a Acuario significa compartir su pareja de aire con todos los amigos del grupo que también lo adoran, y comprender que para él las ideas importan a veces más que el amor.
Efectivamente, para el posesivo Tauro, se trata de un empeño en el que hay que invertir tiempo y esfuerzo. Pero merece la pena.
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