El hombre Tauro 1

Tauro planea cuidadosamente para el mañana. Así como las ardillas guardan nueces en verano, cuando abundan, para que no les falten en el frío y estéril invierno, tampoco los placeres temporales de una tarde soleada distraerán a Tauro, que siempre estará preparado para el día en que la basura se amontone sin que él pueda apartarla. Y, cosa curiosa, los maridos que pueden permitirse el derroche económico de ir con su mujer a Florida en enero, o enviarla allí para las vacaciones de invierno, suelen haber nacido en mayo.
Naturalmente, una escapada romántica con Tauro tiene sus desventajas… no todo es vino y rosas. Para empezar, tendrás que acentuar tus actitudes más femeninas. Ningún Tauro aguantará a una mujer gritona y masculina, que haga restallar el látigo como un domador. Si tienes opiniones bien definidas, no se las impongas ni te jactes de ellas en público. En privado, Tauro respeta a la mujer inteligente (aunque para él tiene más valor el simple sentido común), pero será mejor que permitas que él sea el más brillante de los dos cuando salgáis a bailar juntos… e incluso si no hacéis más que estar sentados en un restaurante. Si te jactas de mujer emancipada en presencia de sus amigos, puedes esperar una de dos reacciones. Si es un Toro de los primitivos (y te sorprendería saber cuantos hay), lo mas probable es que te de un empujón y te zarandee, y hasta una buena palmada en el lugar adecuado cuando lleguéis a casa… o incluso antes de haber llegado. Si es del tipo mas sofisticado, simplemente se cerrará como una ostra delante de todo el mundo y se quedará como un gran trozo de piedra, sin volver a decir palabra durante el resto de la noche, hasta que tú te sientas tan incómoda que desees que la tierra te trague. También los amigos estarán incómodos. Una situación así puede llegar a estropear una velada, eso sin contar cómo te corta la inspiración.
Tu primer impulso será tratar de arreglar las cosas, pero el intento de sacar a Tauro de su obstinación antes de que esta haya seguido su curso es literalmente inútil; es como empeñarse en mover el peñón de Gibraltar. Si pretendes burlarte un poco de él para conseguir que adopte de nuevo un comportamiento social normal, es posible que termines pensando que ojala le hubieras dejado con su enfado. Un gran trozo de piedra es infinitamente más aceptable que la reacción de Tauro ante quien procura engatusarlo después de haberle fastidiado. Si insistes demasiado, de esfinge silenciosa se transformará en toro bramante, capaz de decir algunas cosas en lenguaje muy prosaico y hacer que tus mejillas se te pongan más rojas aun. Eso, o si no, dirigirse con toda calma al grupo. Después de eso, te pasarás semanas escondiéndote de todo el mundo. Y todo porque mientras el mantenía hipnotizado al grupo con su opinión sobre la situación política. En ese momento es cuando él clava los talones, se cruza de brazos sobre el pecho musculoso y empieza a poner cara larga, o a partirte la cabeza, lo que sea. Si ves que él busca su abrigo, es mejor que tú también te pongas el tuyo. Es raro que un Tauro deje a su mujer sola y desprotegida entre los lobos, por muy intenso que sea su enfado. Se la lleva consigo, por los pelos si es necesario, de manera que no te hagas a la idea de quedarte para disfrutar de la comprensión de los demás.
Cuando él se vaya, te vas tú. Y permíteme que te aconseje que te disculpes antes de llegar a casa, porque él no lo hará. Refugiarte en brazos de mamá tampoco te servirá de nada. Comparte con él la mesa y la cama, en tanto que él pague el alquiler. La interferencia de la suegra es lo último que está dispuesto a aceptar un Tauro. La primera vez que intentes el recurso de «irte a casa de mamá» será probablemente la última. Después de haberlo visto furioso una vez, tus padres preferirán echar llave a la puerta y dejar que resuelvas sola tus propios problemas.
Conozco a un Tauro, casado con una mujer agresiva, que encontró una solución muy especial. Simplemente, se niega a aparecer con ella en público. La fuerza irresistible de ella se encontró con un objeto imposible de mover: él. La mujer puede salir y despojar de su masculinidad a todos los hombres que quiera, pero no a Tauro, el Toro. Él tiene gran afecto por su pareja, y en muchos sentidos sus relaciones son excelentes, se respetan muchísimo el uno al otro, pero si ella no aprende a ser sumisa, callarse la boca y dejar que el hombre sea él, tendrá que ir sola a fiestas, reuniones y teatros. Su marido se ha negado a acompañarla desde la vez que con otras parejas fueron a cenar a un lugar elegante. Ella se apoderó del menú y encargó la cena para todos. Durante el primer plato hizo comentarios imprudentes sobre la corbata y el corte de pelo de su marido, y a los postres le interrumpió varias veces mientras contaba chistes. Ahora tiene que ir sola a cualquier ocasión social porque su compañero se niega a moverse de casa. En realidad, no se le puede culpar. No hace más que mantenerse fiel a su signo solar. Y aun en este caso, el matrimonio sigue siendo sólido; pero no siempre se tiene tanta suerte, de manera que mas vale que no hostigues demasiado a tu Tauro.

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