Tauro tiene que tener cuidado con algo que puede ser fatal para su pareja: la rutina
Si aprende a permitir que sus amantes tengan una vida propia, Tauro puede construir una pasión permanente sobre los firmes cimientos del placer físico. Concédales espacio para respirar y no les haga sentirse atrapados: la primera lección que debe aprender un Tauro es a aflojar las riendas, a dejar de ser un fiscal inquisidor.
Inténtelo, es posible que se sorprenda, pues cuanto menos exija a su pareja, tanto más recibirá de ella. La seguridad que persigue tan obstinadamente será mayor si deja entornada la puerta de la celda…
La rutina le sienta fatal a cualquier relación amorosa: trate de liberarse de su obsesión por ella. Varíe las actividades que realizan conjuntamente, los lugares donde van e incluso las comidas. Aprenda a aceptar que su pareja no puede ser siempre igual, ni usted tampoco. Negarse a reconocer que el cambio es una parte natural de la vida puede ser un error fatal.
Aunque usted disfruta más del sexo en el ambiente doméstico y en su propia cama, de tanto en tanto debería abrir la puerta del dormitorio y encontrar un entorno amoroso distinto, empezando por su casa, pero no sólo allí. La imaginación no será su punto fuerte mientras no permita que su instinto sensual lo gobierne. Cuando lo logre, usted será el primer sorprendido.
También es importante para Tauro aprender a pedir lo que quiere. Por mucha timidez que sienta, esperar que un amante adivine sus deseos no es justo, y usted debe ser libre de expresar la furia o la desilusión en el momento que las siente, sin esperar a que se las extraigan trabajosamente meses más tarde.
Caer en la cuenta de que la relación se fortalece con las pruebas de amor es una gran conquista para Tauro, siempre y cuando la iluminación no llegue demasiado tarde.
