El hombre Virgo 1

Emocionalmente, Virgo es hombre difícil de conmover. Puede pasar largo tiempo sin sentir necesidad acuciante de tener una pareja permanente. Ya es para hacerte llorar, si es que has puesto tus ojos en él. Te preguntarás si está hecho de mármol, o si es que no tiene corazón. No, no esta hecho de mármol; si, tiene corazón. Ten paciencia. La que es capaz de esperar acaba alcanzando el éxito.
De vez en cuando algún Virgo, por curiosidad o frustración, intentará deliberadamente ajustarse a un comportamiento promiscuo, simplemente para comprobar que no le falta masculinidad. Claro que no le falta, y tan pronto como lo compruebe, Virgo dejará de buscar experiencias artificiales para ponerse a prueba. Por más tranquilo y sosegado que sea, Virgo no puede mantenerse por siempre inmune a la llamada de la humana naturaleza, pero cuando sucumbe se le hace difícil admitirlo. Cuando esté al borde de la sumisión, procurará disimular con elaborada displicencia sus verdaderos sentimientos. Es algo mas que un vestigio de talento de actor, latente pero sumamente refinado, lo que se oculta en Virgo. Fingirá que no está interesado con tanta habilidad como finge estar enfermo cuando no se encuentra a gusto en una fiesta. No esperes verle reaccionar con extáticas manifestaciones de entrega ni siquiera después del compromiso, de manera que mientras todavía esté por decidir si tú eres realmente la mujer por quien renegará de su soltería, puede mostrar actitudes muy, muy frías.
Sin embargo, una vez haya llegado a la conclusión de que la cosa va en serio, se te declarará con una simplicidad conmovedora. Su amor arderá con una llama constante, jamás fluctuante como el amor de otros signos solares, y te entibiará al correr de los años con una seguridad maravillosa. ¿Y acaso eso es malo? El único rasgo de cuento de hadas que hay en el romance de Virgo es que, si está auténticamente enamorado, esperara años hasta ganar su verdadera pareja, o trepara mil montanas para llevársela a su hogar. Es capaz de enormes sacrificios para lograr ese piececito, cuando ha descubierto que calzara en la zapatilla de cristal. Una vez que ha prendido, es innegable que la llama es fuerte; es casi imposible de extinguir. Serás eternamente adorada, como la propia Cenicienta. Supongo que la treta está en conseguir encenderla. Es raro el piececito que calce en la zapatilla de cristal; el hombre Virgo es muy exigente.
Cuando ya lo hayas atrapado, no será fácil que te dé motivo de celos, y no vacilará en superar todas las asperezas provocadas por problemas económicos, familiares o por interferencias de extraños. En las dificultades materiales y emocionales mostrará una fuerza increíble, siempre que tú te mantengas a su lado. No podrás pedir un compañero mas tierno y afectuoso cuando sientas el corazón herido por una palabra cruel, o cuando estés enferma. No te cubrirá de dinero, pero no te faltará nada de lo necesario, y en cambio te cubrirá de consideración.
Un hombre Virgo es invariablemente bondadoso y considerado con todas las pequeñas cosas que tanta importancia tienen para las mujeres. Tiene una memoria clara como un cristal y probablemente no se olvidará de vuestras fechas especiales, aunque tal vez no entienda del todo por que para ti son tan importantes. Sin ser celosos ni apasionados, los hombres Virgo son sumamente posesivos. Parece una diferencia demasiado sutil, pero es importante. Aunque no te haga escenas de celos por las atenciones que tengan contigo otros hombres, conociendo su profunda posesividad no debes olvidar que con un poco de libertad basta. La mujer casada con Virgo que se aleja demasiado del fuego del hogar, y con demasiada frecuencia, puede encontrarse al regresar con que ha desaparecido su marido. La lealtad de Virgo es total, y le disgusta profundamente destruir los lazos familiares, pero cuando su sentimiento de decencia está herido, no vacila en cortar limpiamente por lo sano, ante el tribunal de divorcios. Nada de complicados procesos de separación. Lo que se acabó, se acabó. Adiós y buena suerte. Ni siquiera la excepcional claridad de la memoria de Virgo le llevará a verter lágrimas sentimentales sobre el pasado, por la sencilla razón de que es capaz de disciplinar su memoria con la misma firmeza con que domina sus emociones. La autodisciplina es parte de su naturaleza. Un Virgo que ha tomado una decisión, se va, y una vez que se ha ido, no hay lágrimas ni disculpas que puedan hacerle cambiar de opinión. Jamás será victima de la ilusión de que encolando los pedazos rotos se restaurará la perfección de algo que ha sido gravemente dañado.
Si has puesto tu corazón en un hombre Virgo, será mejor que te esfuerces por mantener la cabeza libre de telarañas cuando estás con él. A Virgo le enferman la ignorancia, la estupidez y el pensamiento chapucero, casi tanto como la suciedad y lo vulgar, y es mucho decir. Mas vale que la chica que haya atrapado un corazón Virgo se vista con elegancia y tenga un cerebro bien perceptible bajo su pulcro peinado… y atención, que he dicho pulcro peinado. A Virgo le gustan las mujeres limpias de cuerpo y alma, y que se vistan bien, pero que no vivan pendientes de la moda.
No es necesario que seas una especialista en cocina, pero por favor, no tengas la ingenuidad de pensar que un marido Virgo permitirá que le alimentes con latas. Una buscadora de placeres, egoísta y sin imaginación, no llegará a ninguna parte con un hombre Virgo, aunque el sex appeal le salga hasta por las orejas. Es el último hombre del mundo a quien podrás encontrar fugándose con una corista sin sostén, aunque es posible que le preste el suéter si ella tiene frío. Y cuando se trata de definir bien las cosas, lo que Virgo busca es una esposa, no una amante en ningún sentido del término.

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