La Sacerdotisa
La Papisa como también la llaman, es la Naturaleza en su aspecto esotérico; los Misterios eternos cuya verdadera esencia los no iniciados no pueden develar. Para decirlo de otra manera, es como la Ciencia Oculta personificada. «No sin razón», dice Gérard Van Rijnberk, «varios ocultistas, y ante todo los astrólogos, llamaron a esta carta: La Puerta del Santuario Oculto. El pergamino está parcialmente enrollado, medio oculto, porque no todos los ojos deben leer lo escrito; primero hay que recibir instrucción y demostrarse capacitado, antes de pretender poder leer lo que hay en él. Pero este pergamino representa realmente, en cierto sentido, el Libro del propio Thot (antiguo dios egipcio de la magia) que se abre con un dedo aparentemente guiado por la casualidad, aunque, en realidad lo es más bien por la intuición y la inspiración.
En cuanto a los dos pilares, son las fuerzas opuestas del bien y del mal en el umbral de los Misterios, y quien entra a los Santuarios Ocultos puede pisarlos con reverencia o profanarlos.
Beth, la letra hebrea correspondiente a este naipe, tiene en cierta medida la forma de una boca abierta, y su significado es «Casa». Seguramente, entonces, uno de los significados de este naipe es que se deben vigilar las propias expresiones, no revelar lo que hay que mantener en secreto. La Sacerdotisa es luz espiritual, iluminación interior, aquella profunda comprensión ciclas verdades más elevadas, que no puede comunicarse al mundo exterior por medio de la palabra. Y como el cuerpo es la casa del alma, hay que ser muy cauteloso respecto de lo que entra y lo que sale de él; montar guardia junto al portal del espíritu, como la Sacerdotisa lo hace a la entrada del Templo.