Ópalo de fuego

El ópalo de fuego es quizás la más llamativa de todas las gemas de esta familia. Esta gema suele tener un juego de colores iridiscentes con destellos amarillentos, anaranjados y rojizos. Es una piedra inconfundible, una vez que se ha tenido en las manos es casi imposible de olvidar, pues parece contener fuego en su interior como una llama que arde constantemente. Se puede encontrar en el mercado a un precio relativamente asequible.
En el lapidario alfonsino aparece una piedra que la describe bastante bien:
Su color es bermeja que tira a clara, a manera de fuego, hay en ella un lucimiento que parece como relámpago o brasa de fuego ardiente y tiene tal propiedades esta piedra que el que la trae consigo obedécenle los leones, así que los puede tomar a mano y no le harán mal, porque el león cuando la ve pierde la fuerza y no tiene en sí poder.
Evidentemente debe de tratarse de una interpretación simbólica. Lo asocian con la estrella de en medio de las tres que están en el Triángulo, refiriéndose a la estrella delta del triángulo situada sobre el grado 13 de Tauro.

Propiedades astrológicas del ópalo de fuego

El ópalo de fuego es un excelente activador de los potenciales mentales y permite, más que memorizar, tomar conciencia de las cosas. Aumenta la capacidad de concentración mental y el auto análisis. Es muy útil para aquellas personas que tengan dificultad para evadirse de los problemas laborales o que tenga conflictos de autoidentificación. El ópalo de fuego aumenta la confianza en sí mismo y el sentido común y facilita que las habilidades se asocien a las ambiciones, evitando desarmonías entre lo que se quiere ser y las habilidades disponibles. En general es una gema que aumenta la energía mental, acrecienta la confianza en las propias ideas, reafirma el pensamiento, y refuerzan el prestigio intelectual. Es muy conveniente para escritores y oradores que tengan dificultad para ser aceptados so-cialmente, pues el ópalo de fuego incrementa el carisma personal y hace a la persona que lo lleva más atrayente, seguro de sí, simpático y agradable.

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